Construimos competencias focalizándonos en las destrezas Técnicas, Físicas y Socio-Conductuales necesarias para jugar Rugby con sus pares, internos de otros penales y con deportistas del medio libre.
Los programas son diseñados estableciendo los parámetros de impacto para cada centro de acuerdo con su realidad (infraestructura y beneficiarios), siendo operados por Educadores, en algunos casos acompañados por Monitores y Voluntarios, quienes planifican y ejecutan el trabajo en terreno, promoviendo y asegurando la continuidad de aplicaciones prácticas y proceso de resocialización.
Para gestionar el correcto desarrollo de las destrezas sobre las cuales trabajamos, al término de cada entrenamiento evaluamos la sesión y a los participantes con un enfoque tridimensional, para identificar evoluciones, brechas y la eventual necesidad de aplicar modificaciones al programa general. Esto nos permite identificar los momentos de desarrollo de los participantes y con esto podemos establecer el nivel de desafíos para el que están preparados a lo largo de su proceso.
Lo anterior nos permite asegurar un proceso sistemático, sostenible y funcional. Pretendemos que, al término del programa, la totalidad del grupo de beneficiarios terminen siendo competentes en sus tres dimensiones de desarrollo socio-deportivo.
IMPACTO.
Estudiamos el impacto y la pertinencia de nuestro modelo en nuestras dos intervenciones al Centro Metropolitano Norte (SENAME), durante cuyo proceso pudimos analizar y comprobar su efectividad en el cumplimiento general de objetivos a través de la aplicación de 96 sesiones entre 2018 y 2019.
En ambas intervenciones trabajamos cercanamente con jóvenes y adolescentes con un alto factor de riesgo de reincidencia, instancia en la que pudimos constatar lo siguiente:
- La mayoría son fumadores desde muy jóvenes y tienen mala condición física.
- Les resulta complejo comprometerse con procesos prolongados en el tiempo y que demandan constancia.
- El trato entre ellos suele ser en términos duros y negativos, siendo la “confianza en sí mismos” un factor decisivo en su desarrollo. Ante esto entendimos que a pesar de que se muestren duros, son personas inseguras y que necesitan una permanente validación frente a sus pares.
- Aquellos con una personalidad más dominante, se comprometían con mayor profundidad con el concepto de “Equipo”.
- Valoran de manera muy positiva el desafío que les presenta el aprendizaje del rugby e internalizan positivamente su filosofía de lealtad, solidaridad y trabajo en equipo.
- Para generar cambios efectivos, se requiere de procesos de 1 año de duración o más.
Siendo coherentes con nuestra visión, distinguimos que un proceso deportivo debe ser sostenido en el tiempo debido a que la evolución de destrezas tiene un componente mecánico esencial basado en la repetición y reforzamiento permanente y progresivo que harán competente a un rugbista dentro de un programa focalizado en la resocialización de personas que provienen de un entorno tremendamente antisocial y con personalidades altamente refractarias.
La prolongación en el tiempo y la constancia de nuestra intervención es un factor clave, por lo que apuntamos a procesos de largo plazo y a impactar transversalmente con nuestra filosofía al interior del centro. Creemos que, si podemos ayudar a que una de estas personas logre cambiar su forma de ver la vida y se logra reinsertar positivamente en la sociedad, logramos cambiar el mundo y todo el trabajo que haya detrás de ese resultado vale la pena.
Queremos mostrarles a nuestros beneficiarios la vida desde una perspectiva más empática, respetuosa y solidaria a través de un entorno pensado en crear identidad y sentido de equipo. Queremos desarrollarlos integralmente para que se transformen en un equipo de rugby, y que esta identidad prevalezca y trascienda a su vida en libertad.
Somos conscientes de que los primeros momentos de libertad son críticos en un proceso de reinserción social, por lo que acompañamos a nuestros beneficiarios en esos primeros momentos como una persona libre, siendo un ente presente y confiable para él o ella en esta etapa.
En el camino hemos creado redes que nos han permitido agregar valor al proceso de resocialización en que centramos nuestro esfuerzo a través de apoyos colaborativos desde Fundaciones nacionales e internacionales, empresas privadas, clubes e instituciones civiles que nos han conocido, han creído en nuestra propuesta y se han querido involucrar de manera directa e indirecta.
Somos conscientes de que los primeros momentos de libertad son críticos en un proceso de reinserción social, por lo que acompañamos a nuestros beneficiarios en esos primeros momentos como una persona libre, siendo un ente presente y confiable para él o ella en esta etapa.